Hospital de Órbigo - Villafranca del Bierzo
107 km - 6 h 42'
La catedral de Astorga
Perfil de la Etapa 6 (obtenido con perfils)
Hoy es el sexto día de nuestro peregrinaje. Salimos del albergue, después de desayunar, ya que los hospitaleros nos habían dejado el desayuno preparado y nos dirigimos a Astorga. Antes de entrar en Astorga, nos ha parado una pareja de la Guardia Civil, ya que según ellos, íbamos dando el cante con las luces en modo flash. El más joven de los agentes, le comentó a Evaristo mientras yo hablaba con el otro: "Os estabamos viendo a lo lejos, y le he dicho a mi compañero, ¡que cojones es eso!"
Después de estar charlando un rato con ellos, continuamos hasta Astorga, por cierto, ¿a que nadie sabe que hay que hacer para entrar en Astorga?. Lo habeis adivinado, subiendo otra p*** cuesta, pero en esta ocasión mereció la pena por lo que encontramos al llegar, el palacio de Gaudí, una de las construcciones más bonitas que he visto nunca y en pegado a el, la catedral de Astorga.
El palacio de Gaudí (Astorga)
La catedral de Astorga
La siguiente parada fué Santa Catalina de Somoza a desayunar de nuevo. Elegimos el albergue "El Caminante", que era lo único que estaba abierto...este pueblo está en medio de un páramo en la carreteta que lleva hasta la Cruz de Ferro. La señora del albergue se quejaba amargamente de que ya no tenía gente, pero el sitio era espectacular.
Patio interior del albergue
Seguimos el camino hasta la Cruz de Ferro ( cota 1.504 metros ) y 19 km. de ascenso que parecían no tener fin. Antes de llegar al alto de la cruz, se pasa por Foncebadón, que es un pueblo muy bonito de montaña, y que son unas cuantas casas y un pedazo de albergue. Allí estaban descansando unos Coreanos que llevaban un perro que parecía un oso pardo de grande.
Ya se vé Foncebadón al fondo
Foncebadón
Durante la subida le comenté a Evaristo: "el primer nevero que vea al lado de la carretera, me tiro en el de cabeza" y así fue.
Ya desde aquí hasta la Cruz de Ferro, fué un paseo. Allí la tradición manda tirar una piedra en el sentido contrario de la marcha. Evaristo llevó sus propias piedras desde casa, yo cogí una allí (por piedras iba a ser) y las tiramos.
La cruz de Ferro
Las piedras que trajo Evaristo
Arrojando las piedras
Posando en la montaña de piedras
Espero que no cargase con esa pedazo de piedra desde Paris
Dejando atrás la Cruz de Ferro, se llega a Manjarín, un pueblo que se tarda en cruzar andando 30 segundos. Han costado más los carteles que anuncian la entrada y la salida del pueblo, que lo que hay dentro. Según wikipedia está despoblado.
El albergue de Manjarín
Como se ve, pertenecen a la orden de Malta
Hemos parado en el albergue por no llamarlo "cabaña" a sellar la credencial. De ahí, otra vez para arriba, hasta el "Collado de las Antenas", con alguna rampa por encima del 12%. Despues de dejar atras el collado, uno se encuentra el siguiente cartel: "ATENCIÓN FUERTE PENDIENTE EN 15 KM. CIRCULE CON PRECAUCIÓN". Bien, pues tiene huevos la cosa, desde al cartel, los 2 siguientes km eran cuesta arriba. Luego venía la bajada de 15 km hasta Molinaseca, que es un pueblo muy bonito.
Durante el descenso hasta Molinaseca, atravesamos el pueblo de El Acebo, un típico pueblo de montaña, con casas de piedra y los tejados de pizarra.
Bien podría cualquier pueblo pasiego de la "tierruca" (Cantabria pa'l que no lo sepa)
En Molinaseca, preguntamos que pueblo era ese que se veía al fondo mientras bajábamos y nos dijeron que Ponferrada. Bueno, la verdad es que nos lo dijo "el listo del pueblo", que tenía salidas como: "¿A que no sabeis cuantas piedras hay en el puente?, pues no, y respondió: "todas las que veis", digo yo coño con el "listo" este y le replico, pues también están las que no se ven, ¡no te jode!.
Iglesia de Molinaseca
Cuando llegamos a Ponferrada, tardamos por lo menos 45 minutos en encontrar una tienda de bicis, no por no haberla, sino porque los de Ponferrada no saben lo que hay en su pueblo.
Como muestra de lo que acabo de afirmar, después de ajustar los cambios de la bici de Evaristo, que habían quedado un poco tocados después de partir el cambio, preguntamos a un paisano como se salía de la ciudad hacia Villafranca del Bierzo, y el muy hijo de p*** nos hizo dar una vuelta de 4 km para ir a una rotonda a la que no habría ni 400 metros por la carretera desde donde estabamos.
Peor fué lo de otro paisano en Columbrianos, un pueblo como Entrambasaguas, después de preguntarle cómo se va a Villafranca e indicarnos la dirección, nos dice que está muy lejos. Miramos nuestro mapa de carreteras y, tiene huevos es exactamente para el lado contrario. Cago en sus muelas, que es como preguntar por Maliaño a uno de Orejo.
Después de esto nos metemos en la N-VI y llegamos al pueblo a un puieblo que se ha ido moviendo desde que el Ministerio de Fomento puso los carteles en las carrteras. Cuando vimos el cartel de Villafranca 6 km en realidad faltaban 9 km.
Al llegar a Villafranca buscamos el albergue asociado a bicigrino, que no está nada mal, pero nos tuvo un poco mosca el hospitalero ya que parecía no creerse que nosotros salíamos a las 6 de la mañana.
Villafranca del Bierzo desde el lado del albergue
Panoramica del Villafranca del Bierzo
Iglesia de San Nicolás
La plaza Mayor
Iglesia de San Francisco
La colegiata de Villafranca del Bierzo
La calle del Agua
La Cruz de Ferro
Sobre el origen de la cruz hay varias teorías: pudo ser erigida con el fin de señalar el Camino cuando las frecuentes nevadas lo ocultan a la vista. Asimismo, su origen puede encontrarse en época romana, en los hitos que marcaban la separación de dos circunscripciones territoriales,mientras que para otros se trata de un amontonamiento de guijarros, llamados Montes de Mercurio, que desde época celta erigían los caminantes en lugares estratégicos de los caminos y que luego se cristianizaron con cruces. En este caso, la costumbre se cristianizaría tras ser colocada la cruz a principios del siglo XI por Gaucelmo, abad de la alberguería de Foncebadón y Manjarín. Más adelante serían los segadores gallegos en su camino por estas tierras leonesas hacia Castilla, a donde iban a trabajar, los que continuarían con la tradición depositando una piedra a su paso, llamándolo por entonces Cruz de Ferro.
En 1982 fue construida junto a la Cruz una capilla dedicada al apóstol Santiago, y desde hace unos años, el Centro Gallego de Ponferrada celebra la festividad de Santiago con una romería en el lugar que congrega a cientos de personas y atrae la visita de distintas personalidades.
Molinaseca
El origen y la importancia de Molinaseca, está vinculado al Puente de los Peregrinos, una construcción de planta románica que se eleva sobre el río Meruelo. Ahí comienza el pueblo, cuya parte histórica concluye a los pies del viejo crucero de piedra, dos símbolos inequívocos de su tradición jacobea.
En la Edad Media, Molinaseca perteneció a un Señorío que dependía directamente de la autoridad real Alfonso VI. El primer Señor de la villa fue el conde Ramiro Froilaz, sobrino del Cid Campeador.
De este periodo, el siglo XI, datan sus primeras ermitas y hospitales: Ermita de Ntra. Sra. de las Angustias, de Santa Marina, del Hospital, de San Roque. En 1605, a principios del siglo XVII, existieron minas de hierro en las cercanías de la localidad.
Villafranca del Bierzo
Orígenes y evolución histórica local
Hachas neolíticas, una punta de lanza de bronce y un supuesto ídolo de la Edad del Bronce, conservados en el museo de los PP. Paúles, son los testigos materiales de una población que tendría ya cierta importancia en época prerromana y romana, a la vista de los abundantes restos castreños y de las explotaciones auríferas.
El cercano Castro de la Ventosa, nos da fe del emplazamiento de la primitiva ciudad celta de Bergidum, luego trasladada a Cacabelos con el nombre de Bergidum Flavium como capital del Convento Jurídico de Astorga. En la zona de Villafranca sitúan la ciudad romana de Carcesa. Y por la zona discurrirían las calzadas prerromanas XIX y XX mencionadas en el Itinerario de Antonino.
La cita más antigua conocida sobre la zona es de época de Bermudo I el Diácono, por el año 791, como lugar de una batalla, librada junto al Burbia, entre los musulmanes que regresaban de Galicia y los cristianos del rey astur, quedando diezmadas sus huestes en la refriega y cediendo la corona a su sobrino Alfonso II el Casto.
El comienzo de las peregrinaciones a Compostela, tras el descubrimiento del cuerpo del Apóstol en el año 813, y las dificultades para atravesar el Camino hacen que vayan surgiendo núcleos privilegiados para asistencia de los peregrinos y Villafranca sería la antesala del angosto valle del río Valcarce, junto a los pasos o puentes sobre el río Burbia, el Valcarce y el arroyo de la Barboriña, constituyendo el término de una de las jornadas de peregrinación a Santiago en el Codex Calixtinus. (Rabanal-Villafranca-Triacastela).
Aunque la leyenda relacione los orígenes de Villafranca con los vaqueiros de Tineo y Luarca que bajaban a las brañas de Valdeprado y Leitariegos y que, deseando valles de mayor bonanza, confiaron la búsqueda en una vaca blanca que vino a asentarse en Villafranca, el origen más propio se asocia al monasterio de Santa María de Cluniaco ó Cruñego, donde benedictinos franceses de Cluny –los monjes negros- se asientan en 1070 bajo el reinado de Alfonso VI, para atención de los peregrinos franceses y trayendo, entre otras cosas, el cultivo de la vid.
También se asocia a los hospitales para atención de peregrinos que surgen a lo largo de la Ruta; en Villafranca conocemos la existencia de varios de ellos:
-Hospital de Santiago: junto a la colegiata y tal vez vinculado a la abadía de Cluny, con botica desde el s. XV por lo que era de los mejores de la zona, renovado en el s. XVIII .
Leprosería de San Lázaro: desde el s. XII y aún en uso en el XVI, desaparecida pero se supone que cercana a la iglesia de Santiago y fuente de San Lázaro.
Hospital de San Roque: donde luego se levantó el convento de la Anunciada.
Hospital de San Juan: citado en el s. XII “supra pontem” por lo que estaría junto al río en la calle del Agua ó tal vez en San Fiz.
Hospital de la Caridad de Sancti Spiritus: muy citado en documentos del XIII al XV pero no localizado,… tal vez en el solar del convento de la Concepción.
Parece que el convento de franciscanos se edificó sobre un hospital de la Villa.
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